Cuando Jasmine es capturada por un clan de mujeres guerreras que desean su lealtad, el Sultán está decidido a salvar a su propia hija. Aladdin y los demás, sin embargo, están un poco preocupados por dejar que el Sultán venga, pero no tienen otra opción. Jasmine, mientras tanto, se ve obligada a someterse a una serie de "pruebas de iniciación", durante las cuales intenta y casi logra escapar.
Mientras Jasmine corre por el centro de las columnas que caen, Aladdin y los demás se pierden en el mundo de las mujeres guerreras, a menudo cayendo en trampas y atascándose. Durante un momento de frustración, Aladdin le dice a Genie, "¿Cómo se supone que voy a rescatar a Jasmine cuando siempre lo estoy rescatando [al Sultán]?" a lo que el Sultán se queja de que encontrará a Jasmine por su cuenta y se marcha, pero no sin Genie en la cola. En la confrontación final, es el Sultán quien salva el día, y Aladdin aprende a no subestimar a su futuro suegro.